El bloqueo de la patronal no puede paralizar la solución ante la tragedia de las muertes en el trabajo

UGT considera que los actuales datos de accidentes de trabajo son insoportables y es imprescindible una Ley de Prevención de Riesgos Laborales que dé respuesta a las necesidades de las personas trabajadoras en términos de protección de su vida y su salud

Ayer se cerraba la Mesa de Diálogo Social en materia de Prevención de Riesgos Laborales sin acuerdo por parte de la patronal. Una patronal egoísta que impide avanzar a nuestra sociedad hacia centros de trabajo más seguros y libres de riesgos.

Las negociaciones de la mesa se iniciaron en febrero de 2024, un año después de la firma de la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo y, tras 19 meses, no ha sido posible el acuerdo por la negativa de las organizaciones empresariales a actualizar la Ley que cuenta con 30 años de antigüedad.

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales no ha conseguido alcanzar uno de sus principales objetivos, que era el de acabar con la siniestralidad laboral, que actualmente se encuentra estancada y alcanzando valores preocupantes. En 2024 murieron en accidentes laborales 833 personas, 68 más que las fallecidas en 2023.

El Ministerio de Trabajo se ha comprometido a actualizar el texto consensuado con los sindicatos y desde UGT consideramos que es importante que se adapte y de respuesta a las nuevas realidades que viven los y las trabajadoras del siglo XXI.

Por tanto, la Ley debe adaptarse a los nuevos riesgos del actual mercado de trabajo, por ejemplo, debe atender a la protección de la salud mental de las personas trabajadoras, ya que actualmente las bajas por este motivo están disparadas, igualmente debe dotarse de perspectiva de género para proteger de igual manera a hombres y a mujeres, pero también debe dotarse de perspectiva de edad. Además, debe abordar los riesgos derivados de la digitalización del trabajo, así como los derivados del cambio climático.

Por otro lado, se debe dotar de crédito horario a los delegados y delegadas de prevención, independiente del otorgado a los delegados de personal, así como establecer su formación mínima y reforzar la prevención en las PYMES que son las que mayores problemas presentan a la hora de gestionar los riesgos laborales, para ello, desde UGT consideramos indispensable la creación de una nueva figura: el agente de prevención territorial que no supone ningún coste para las empresas.

Además, la modificación legislativa debería potenciar la internalización de la gestión preventiva en las empresas, para ello la nueva figura del interlocutor con el servicio de prevención ajeno resulta necesaria. Igualmente, la coordinación de actividades empresariales debe repensarse para que sea efectiva y no solo un intercambio de documentación.

La intención de UGT es que la norma sea amplia, pero eficaz y que dé respuesta a problemas que actualmente afectan enormemente a la seguridad y salud de las personas trabajadoras, por ejemplo, con la obligación de que las empresas dispongan de protocolos de actuación ante temperaturas extremas y ante catástrofes naturales y también frente a la violencia y el acoso laboral. También debe proteger a colectivos vulnerables como los menores de edad, las trabajadoras del hogar, las personas trabajadoras de plataformas digitales y todas las formas de trabajo que actualmente no están protegidas en la normativa vigente.

UGT considera que los actuales datos de accidentes de trabajo son insoportables y es imprescindible una Ley de prevención de riesgos laborales del Siglo XXI que dé respuesta a las necesidades de las personas trabajadoras en términos de protección de su vida y su salud. El bloqueo de la patronal no puede paralizar la solución ante la tragedia de las muertes en el trabajo.