- España necesita un mercado de trabajo que genere empleo de calidad y erradique la precariedad
- UGT exige más protección social, mantener los ERTE y usar los fondos europeos para transformar el modelo productivo y recuperar a las personas
Los datos del Servicio Público de Empleo y la Seguridad Social publicados hoy correspondientes al paro registrado y a la afiliación, respectivamente, de octubre de 2020, muestran un cambio de tendencia respecto a la senda de reducción del desempleo que se observaba durante el período estival hasta septiembre. Crece el número de personas en el desempleo a pesar de que aumenten el número de nuevos afiliados a la Seguridad Social. Es decir, crece el paro a la vez que aumenta el empleo, que es temporal y precario.
La estadística muestra 3.826.043 personas en desempleo, lo que supone un incremento del 1,31% respecto a septiembre (49.558 personas más), también un 20,4% superior al mismo mes de 2019 (648.384). Un aumento que se ha producido tanto entre los hombres (24,43%) como entre las mujeres (17,6%).
En octubre, el número de beneficiarios de prestaciones ascendía a 2.543.056, lo que supone un 41,6% más que en el mismo período del año 2019. Además, la tasa de cobertura del sistema de protección sube porque se ha fortalecido porque incluye nuevas prestaciones por desempleo, así como a las personas que están en situación de ERTE, pero que siguen siendo insuficientes porque casi la mitad de los parados siguen sin ningún tipo de cobertura. El subsidio para personas que agotaron sus prestaciones durante la pandemia aprobado ayer por el Gobierno llega tarde y mal, incumpliendo el acuerdo con los sindicatos del mes de junio para ayudar a 550.000 personas. Pero además, sigue sin darse solución al millón y medio de personas que antes de la pandemia ya no tenía ningún tipo de cobertura y cuya situación se ha visto agravada aún más como consecuencia de esta situación. Una situación que podemos considerar desesperante para casi dos millones de personas.
Este mes se ha constatado de nuevo una pequeña reducción de los empleados en situación de ERTE. La Seguridad Social cifra en 599.350 personas afiliadas protegidas por los ERTE negociados entre el Gobierno, los sindicatos y las empresas, de manera que se han mantenido bajo protección y fuera del desempleo al encontrarse bajo el amparo de este instrumento.
Esta herramienta ha demostrado ser una de las más eficaces de cara a mantener las rentas de las personas y evitar la destrucción del tejido empresarial y de puestos de trabajo asociados a él, cuestiones fundamentales para poder salir lo antes posible de la crisis en la que nos encontramos. Por lo tanto, UGT considera que éstos deben continuar hasta que sea necesario.
Cambiar un mercado de trabajo que genera precariedad
En términos de empleo, la afiliación continuó aumentando en octubre (aumenta en los sectores de educación y afines de ocio, especialmente) y añadió un total de 113.974 personas a la Seguridad Social (0,60%), aunque un 2,26% menor a lo sucedido en octubre de 2019 (-439.628 afiliados).
El número de contratos registrados desciende en un 4,97% mensual, tanto indefinidos (-6,67%) como temporales (-4,78%), fundamentalmente debido a la finalización de la temporada de verano y la secuencia de rebrotes de la pandemia sucedidos a lo largo del mes, que están limitando la extensión de la temporada en otoño y generando incertidumbre económica.
Actualmente, un tercio de los contratos es a tiempo parcial y aún el 90,2% son temporales (el 89,2% del total de contratos son de las modalidades de obra y servicio y eventuales por circunstancias de producción). Tan sólo 5,5 de cada 100 son indefinidos a jornada completa. Por este motivo, UGT manifiesta la necesidad de cambiar nuestro mercado laboral para eliminar las condiciones precarias en las que se crea cierta parte del empleo y sustituirlo por empleo de calidad, estable y que sea fruto de un nuevo modelo productivo.
Garantizar la protección social
Estos datos reflejan la necesidad de garantizar la salud en primer lugar, para permitir que la recuperación llegue con la menor incertidumbre posible evitando así los empleos temporales y las condiciones abusivas. Si la crisis sanitaria no se controla, la economía continuará viéndose afectada de manera negativa, por lo que se deben poner todos los esfuerzos posibles en que la sanidad sea la prioridad absoluta para que los puestos de trabajo y el tejido empresarial puedan comenzar su recuperación.
En el contexto actual, el sistema de protección por desempleo debe sostener la renta de aquellas personas que se han visto más afectadas por la pandemia. Y, de cara a su reincorporación al mercado laboral, urge poner en marcha unas políticas activas de empleo efectivas y suficientes y que los Servicios Públicos de Empleo cuenten con medios a su disposición para que la recuperación sea exitosa.
Además, en este sentido, UGT insta a aprovechar este momento de excepcionalidad para que nuestro modelo productivo se base en un crecimiento sostenible, respetuoso con el medio ambiente y con un empleo basado en la calidad. El Plan de Recuperación, Transición y Resiliencia debe contener los elementos necesarios para cumplir estos objetivos.