La Federación reclama al Gobierno que permita al Ministerio de Industria pilotar, conjuntamente con sindicatos y patronales, las medidas que necesita el sector para abordar la transformación y el futuro
La Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT muestra su preocupación por la deriva en la que se halla actualmente sumido el sector del automóvil en nuestro país y advierte de los peligros de afrontar la transición al vehículo verde sin tener en cuenta las aportaciones de los representantes de los trabajadores para poder culminar con una transformación ordenada al vehículo ecológico.
Desde UGT FICA somos conscientes de que todos los agentes implicados en el sector apostamos por la transición de los actuales modelos de vehículos de combustión hacia modelos ecológicos y eficientes desde el punto de vista energético. Sin embargo, no todos apostamos por un proceso de transición ordenada y justa que salvaguarde el empleo y conserve el tejido industrial sin sobresaltos, manteniendo al sector del automóvil como referente a nivel mundial.
Cuando apostamos por un sector verde, no hablamos de hacer desaparecer a los vehículos de combustión de un plumazo ni de impedir que estos circulen por nuestras ciudades; hablamos de un proceso de transformación ordenada que potencie la fabricación de vehículos verdes sin castigar al resto, adaptando las medidas que posibiliten la transición articulada y tranquila de un sector estratégico para nuestro país.
A este respecto, el secretario sectorial de Industria Automovilística de UGT FICA, Jordi Carmona, considera que “comentarios o ideas que apuntan a criminalizar el diésel, subir los impuestos a los vehículos de combustión, elevar el precio del combustible, prohibir la circulación de vehículos en las ciudades, vetar la extracción de la materia prima necesaria para la fabricación de baterías, o poner en duda la viabilidad de las fábricas de baterías, es poner en riesgo al conjunto del tejido industrial del sector y a los más de 2.000.000 de trabajadores y trabajadoras con que cuenta la industria del automóvil en nuestro país”.
Desde UGT FICA somos conscientes de que “todo proceso de transformación conlleva una cara y una cruz de la moneda que, en buena medida, va a depender de las políticas que se apliquen desde las distintas administraciones para facilitar la conversión y evitar dejar a algún colectivo por el camino”, apunta Carmona.
Por ello, desde la Federación “llevamos meses reclamando la adopción de medidas consensuadas en la mesa del sector automovilístico aún no constituida, para dirigir eficaz y ordenadamente esta transición”. Ello significa, entre otras cosas, “hablar de las 23 propuestas que hemos planteando desde UGT FICA y hacer frente a los palos que algunos van colocando en el camino”.
UGT FICA viene demostrando desde hace tiempo su vocación ecológica y su apuesta por la introducción paulatina de nuevas tecnologías menos agresivas para el medio ambiente y más eficaces desde el punto de vista ecológico y energético. Pero “ser ecologista no significa dejar tirados a miles de trabajadores y trabajadoras que necesitan de una transición justa y dirigida a mantener sus puestos de trabajo”.
El Ministerio de Industria, los sindicatos y las patronales “tenemos claro qué es lo que necesita el sector y cómo debe hacerse esa transición, pero parece que otros ministerios y algunos dirigentes de comunidades autónomas tienen una visión distinta muy alejada de las necesidades reales del sector. Ponerse la pegatina de ecologista para arrancar votos no es apostar por un sector verde que tenga en cuenta las necesidades de toda la industria del automóvil”, advierte Jordi Carmona.
Sería “un error de consecuencias terribles” para el sector y para el empleo apostar por ciudades sin vehículos. “No podemos permitirnos el lujo de criminalizar a los vehículos de combustión y a los vehículos eficientes ecológicamente en las ciudades sin haber adoptado previamente las medidas adecuadas para proteger el empleo e impulsar el tejido industrial que depende de este tipo de vehículos”. Por ello, “subir el impuesto de circulación por razones supuestamente ecológicas o aplicar medidas medioambientales restrictivas van en sentido contrario a la necesidad de reactivar el sector en el contexto actual y a la transición ordenada que requiere nuestra industria automovilística”, señala.
Desde UGT FICA “no vamos a permitir medidas contrarias a la reactivación que puedan ponen en peligro miles de puestos de trabajo, y por ello reclamamos al Gobierno que permita al Ministerio de Industria pilotar, conjuntamente con sindicatos y patronales, las medidas que necesita el sector para abordar la transformación y el futuro” impidiendo, al mismo tiempo, “comentarios o actitudes negativas por parte de otros responsables ministeriales o de comunidades autónomas que pretenden colocarse a la cabeza de la carrera ecológica en nuestro país sin medir las consecuencias que tendría una transición abrupta”.
Desde la Federación insistimos “en la necesidad de ir a un modelo verde que asegure medioambientalmente nuestro planeta de una forma ordenada, justa y coherente, sin pérdida de tejido industrial ni de empleo”, señala Jordi Carmona. Para ello “es preciso favorecer la implantación de vehículos ecológicos sin que se produzca pérdida de capacidad industrial ni de empleo”.