Los datos de la Encuesta Anual de Coste Laboral avalan la importancia de la acción sindical en la mejora de las condiciones de las personas trabajadoras
El INE ha publicado los datos de la Encuesta Anual de Coste Laboral (EACL) de 2024, que registra un incremento anual del coste laboral total del 3,9% y del coste salarial del 3,8%. Estos datos se ajustan a los ofrecidos en las notas trimestrales del año pasado e implican un incremento del salario real del 1%, lo que ha permitido recuperar parte del poder adquisitivo perdido durante 2022.
Esta información retrata un escenario positivo de la economía española, con un aumento de la actividad y del empleo que se produce, además, mientras las personas trabajadoras incrementan sus retribuciones laborales en términos reales. De esta forma, se genera un círculo virtuoso en el que ha tenido mucho que ver la efectividad del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva que se firmó en 2023 y que en 2024 ya estaba funcionando a pleno rendimiento. De hecho, el umbral mínimo de incremento salarial que proponía dicho acuerdo para 2024 era del 3%, por lo que los datos de la EACL corroboran un incremento superior, coherente con el buen momento de la economía y con la mejora de la calidad del empleo generado.
La moderación de la inflación en 2024, que se redujo al 2,8%, ayudó a alcanzar la mejora del poder de compra mencionada, en contraste con los 3,5 puntos de capacidad adquisitiva que se perdieron en 2022, cuando la inflación estaba por encima del 8%, y que en 2023 no se logró recuperar completamente.
La importancia de la acción sindical a través de la negociación colectiva
Por otro lado, la Encuesta Anual de Coste Laboral ratifica el positivo papel de la acción sindical, a través de la negociación colectiva, en la mejora de las condiciones laborales y salariales de las personas trabajadoras. Según los datos de esta Encuesta, en 2024 las relaciones laborales se regularon mediante convenios colectivos en el 95,5% de los centros de trabajo, abarcando al 86,7% de las personas trabajadoras. Y precisamente los salarios crecieron más entre las personas cubiertas por convenio colectivo (4%) que entre las que se encuentran fuera de la misma (2,5%). Todo ello reivindica la relevancia de acuerdos como el citado AENC y el papel de los sindicatos de clase en los centros de trabajo.
Por último, a los buenos resultados alcanzados también ha contribuido la estrategia de sostenimiento económico y social seguida durante la pandemia, que se reforzó después para paliar el impacto del conflicto en Ucrania. Esta fórmula de apoyo a la actividad y a la calidad de vida de los hogares en lugar de recortes de gasto; de diálogo social en vez de decisiones unilaterales; o de protección y seguridad frente a la incertidumbre ha demostrado su solvencia para empresas y personas trabajadoras, así como para el conjunto de la economía. En sentido contrario, las medidas anunciadas recientemente por el gobierno francés recuerdan, lamentablemente, al austericidio que vivió Europa tras la crisis financiera de 2008, a partir sobre todo de 2010, que tan devastadores efectos tuvieron sobre el crecimiento y la cohesión social.
Respecto a los datos por CCAA, en 2024 el coste laboral creció en mayor medida en Extremadura (8,2%), mientras que donde menos creció fue en el País Vasco (2,4%). A su vez, se puede apreciar una evolución distinta del coste total por actividad, siendo las actividades artísticas en las que más ha crecido, un 6,2%, mientras que en el sector de suministro de energía se registra el único descenso, del 1,1.
Es necesario que los salarios crezcan para recuperar el poder adquisitivo perdido
En definitiva, la economía española, y especialmente el mercado de trabajo, avanzaron positivamente en 2024 y consolidaron un buen ritmo de crecimiento de la actividad, el empleo y los salarios, que ganaron poder de compra de manera agregada gracias al impulso sindical, a la mejora de la calidad del empleo, a la moderación de la inflación y al favorable entorno creado por la política macroeconómica. Sin embargo, los salarios deben crecer más en los próximos años para recuperar plenamente el poder adquisitivo perdido en la última crisis inflacionaria, para lo que es preciso firmar un nuevo AENC.
Por otro lado, sigue habiendo retos laborales muy importantes. En este sentido, es urgente blindar el contrato de trabajo haciendo que el coste del despido ilegal o improcedente sea disuasorio. El Comité Europeo de Derechos Sociales ha dado la razón a UGT en su reclamación contra el actual marco regulatorio de despidos injustificados, amparando que se revise un sistema que permite ceses ilegales demasiado fáciles y baratos y que no protege adecuadamente a las personas trabajadoras.
Igualmente, es preciso aprobar definitivamente la implantación de las 37,5 horas de jornada semanal máxima legal y desarrollar unas nuevas y más eficaces políticas activas de empleo, que permitan seguir reduciendo el desempleo, y en especial el de más larga duración.