HAY QUE INTRODUCIR LA CUESTIÓN DE LA BRECHA SALARIAL EN EL DEBATE SOBRE LOS SALARIOS

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El incremento del SMI sólo corrige una parte de la brecha salarial: hay que actuar sobre discriminaciones como la contratación a tiempo parcial, los complementos o el salario en especie

La vicesecretaria general de UGT, Cristina Antoñanzas y Menchu García, técnica del Departamento Confederal de la Mujer, han presentado el informe La subida del SMI acorta los plazos para lograr la igualdad salarial elaborado por el sindicato en el marco del Día por la Igualdad Salarial que tiene lugar el 22 de febrero.

En su intervención, Cristina Antoñanzas ha señalado que, según la última Encuesta de Estructura Salarial (con datos de 2020), “la ganancia media para los hombres ese año fue de 27.642,52 euros mientras que para las mujeres fue de 22.467,48 euros. Una diferencia de 5.175,04 euros que supone que la brecha salarial se sitúo en el 18,7%, la más baja desde 2008 y, aún con eso, los salarios de las mujeres deberían subir un 23% para equipararse al de los hombres”.

Antoñanzas ha explicado que “esa reducción de 0,78 puntos respecto al año anterior, está vinculada con la subida del SMI de 735,9 euros en 2018 a 950 en 2020, un 27,9%, puesto que afecta a los salarios más bajos cuyas perceptoras mayoritarias son las mujeres” y que “si la relación fuera totalmente directa, el SMI debería situarse en 2.054 euros para que desapareciera la brecha salarial”.

Además, ha manifestado, que “si el descenso producido en 2020 respecto a 2019, fuera constante, tardaríamos 25 años en alcanzar la igualdad salarial, es decir, que las personas que finalizaran en 2020 una carrera universitaria conocerían la igualdad retributiva al final de su vida laboral y las nacidas en 2022, en el año 2.047”.

La vicesecretaria general de UGT, ha recalcado que “la discriminación hacia las mujeres que mayor incidencia salarial tiene es la contratación a tiempo parcial. Ellas representan el 76% de en esta modalidad de jornada, y de los casi dos millones de mujeres con contrato a tiempo parcial, un millón querrían trabajar a tiempo completo, pero no pueden, por lo que la subida del SMI por sí sola no resolvería la discriminación económica ya que las contratadas a tiempo parcial recibirían solamente una parte del salario mínimo”.

“Por sectores de actividad, el informe afirma que las actividades administrativas y de servicios auxiliares son las que soportan el índice más elevado de brecha, un 31,07%, seguido por las actividades sanitarias y servicios sociales, con un 28,39% y otros servicios, con una brecha del 28,55%. Todos ellos, sectores altamente feminizados” ha explicado.

“El documento recalca también que las brechas salariales se producen a lo largo de toda la vida laboral, pero en el tramo de 65 a 69 años el porcentaje de mujeres asciende a 53,91%, siendo el único tramo en el que la presencia de mujeres es mayor a la de hombres. Sin embargo, la brecha en este tramo alcanza el 31,71%. Algo solo se explica porque se ven obligadas a alargar sus carreras para completar cotizaciones y acceder a pensiones contributivas”.

Cumplir la normativa en materia de igualdad acabaría con la discriminación salarial

Antoñanzas ha resaltado de que “además de la infravaloración del trabajo de las mujeres, inciden en la discriminación salarial la asignación de complementos salariales, pago en especia o la promoción profesional, mejoras laborales se asignan mayoritariamente a hombres” y, en ese sentido, ha reivindicado el cumplimiento de la legislación vigente en materia de Igualdad Salarial, especialmente el art.28 del ET, modificado por Real Decreto-ley 6/2019, de 1 de marzo, así como el Real Decreto 902/2020, de 13 de octubre, de igualdad retributiva entre mujeres y hombres ya que, el cumplimiento en su totalidad de esta normativa haría desaparecer las discriminaciones salariales hacia las mujeres”.

“Es indispensable, así mismo, revisar la normativa que regula la protección social del trabajo a tiempo parcial, ofreciendo mayores garantías a quienes trabajan con esta modalidad de jornada. Y hacer especial hincapié en la importancia de una valoración de los puestos de trabajo con perspectiva de género porque no llego a entender por qué se valora más hacer un coche que cuidar de personas” ha añadido.

“Además, es importante que la Inspección de Trabajo actúe en esta materia y establecer un Plan de actuaciones de oficio que vigilen el cumplimiento de la normativa española actual, pero también es también fundamental mantener la senda de crecimiento del SMI puesto que está probado que reduce las brechas y aprobar la Directiva Europea sobre Transparencia Salarial que lleva tres años de retraso”.