UGT advierte de que los salarios han crecido menos que los precios y el salario real se ha recortado 9,3 puntos porcentuales entre 2008 y 2022
El IPC del mes de junio, publicado hoy por el INE, sitúa la inflación anual en un 3,4%, dos décimas menos que en mayo. Este descenso, que rompe la tendencia de los meses anteriores, se debe a la bajada del precio de los carburantes y combustibles (-2,3% respecto a mayo) y al comportamiento de los alimentos, que se encarecen un 0,1% mensual, menos que en el mismo mes de 2022 (0,4%).
Por su parte, la tasa subyacente, que recoge la inflación de componente más estructural, se mantiene en los mismos valores, con una variación interanual del 3%. Con ello, se sitúa por debajo de la tasa general por tercer mes consecutivo.
En cuanto a los productos que mayores incrementos anuales reportan este mes, destacan los paquetes turísticos nacionales (21,7%), la electricidad (14%) y los vuelos nacionales (un 12,3%). En sentido contrario, las legumbres y hortalizas (-4,5%) y el gas natural (-3,1%) registran algunos de los descensos de precios más señalados.
Durante el próximo mes se deberá vigilar el efecto de la bajada del IVA sobre los productos alimenticios, especialmente en casos como el del aceite de oliva (que pasará a tener un 0% de IVA), cuyo precio ha crecido un 53,7% respecto a hace un año y un 101,3% en los últimos dos. Por ello, es esencial que la bajada impositiva se traslade íntegramente a los precios para que las grandes distribuidoras no pueden engrosar sus márgenes sobre beneficio, como ya ocurriese meses atrás.
Por otro lado, la electricidad se ha encarecido un 4% interanual en junio, y, puesto que el MWh ha sobrepasado los 45 euros de media durante este mes, el IVA de la factura eléctrica se reducirá del 21% al 10% en julio, de acuerdo con lo estipulado en el RD-Ley 8/2023, que recogía medidas para paliar los efectos de los encarecimientos abruptos.
Es esencial que la bajada impositiva se traslade íntegramente a los precios
La inflación está teniendo un fuerte impacto sobre los salarios, como se observa en los resultados del Índice de Precios del Trabajo (IPT), publicada recientemente por el INE. En ella se constata cómo los salarios han crecido con menor intensidad que los precios en los últimos años: en concreto, 12,2 puntos porcentuales menos entre 2008 y 2022 (último dato disponible), lo que ha supuesto que el salario real -es decir, descontando el efecto de los precios- de la clase trabajadora se haya recortado en 9,3 puntos porcentuales durante ese periodo.
La inflación está teniendo un fuerte impacto sobre los salarios
En consecuencia, la senda de crecimiento salarial impulsada por el V AENC (2023-2025) no solo es necesaria y coherente en un contexto de crecimiento como el actual, sino que también se justifica por la notable pérdida de poder de compra en los años predecesores. Así, cabe destacar el efecto positivo que está teniendo el acuerdo, que ya reporta incrementos medios del 4% en los convenios firmados en 2024, por encima de la inflación media hasta junio (3,3%). Ahora toca trasladar estos incrementos a la totalidad de sectores productivo para evitar que ninguna persona trabajadora se quede atrás.