El problema de la siniestralidad laboral debe visibilizarse y atajarse de forma inmediata, por lo que urge agilizar los trabajos de la Mesa de Diálogo Social para actualizar la Ley de Prevención de Riesgos Laborales

Un total de 489 personas trabajadoras han muerto por intentar ganarse la vida en los ocho primeros meses del año. Para la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) estas cifras son graves y duras, ya que detrás hay personas.
Hasta el mes de agosto del presente año se han registrado 403.717 accidentes de trabajo que requirieron de baja laboral, lo que supone un descenso del -2,2%. Queda de manifiesto lo grave de la situación a pesar del descenso experimentado. Son cifras inaceptables para una sociedad como la nuestra.

Destacar los incrementos de las muertes en accidentes de trabajo en los sectores de construcción e industria. En construcción se han registrado 113 muertes, lo que supone un aumento del 21,5%, mientras en industria se han registrado 71 muertes, lo que implica un aumento del 7,6%. Mientras las cifras globales de muertes en accidente de trabajo descienden, en los sectores de construcción e industria aumentan.

Es urgente agilizar los trabajos de la Mesa de Diálogo Social para actualizar la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y adaptarla cuanto antes a las nuevas realidades del mundo del trabajo, fuertemente influido por las transiciones demográfica, climática y digital.

Además, es importante mejorar la protección de la salud mental de la clase trabajadora, ya que en ocho meses se han producido 169 accidentes de trabajo mortales por infartos y derrames cerebrales, lo que podría estar relacionado con la exposición a riesgos psicosociales y organizativos.

Aparte de reforzar la normativa en materia preventiva resulta esencial que las empresas cumplan con la legislación vigente en materia preventiva. Las causas de los accidentes de trabajo son recurrentes en el tiempo, lo que deja entrever que la gestión preventiva en las empresas debe ser mejorada para garantizar la protección de la seguridad y salud de la clase trabajadora.

Por otra parte, hasta el mes de agosto se han registrado 229 accidentes por calor e insolación de los que cuatro fueron graves y cinco mortales y 98 por efectos de las temperaturas extremas, luz y radiación, siendo uno de ellos grave y ninguno mortal.

Desde el sindicato hemos manifestado al Gobierno nuestra preocupación sobre la infradeclaración de este tipo de accidentes a la que debe ponerse solución para garantizar una correcta gestión de los mismos, asegurando la debida protección de las personas trabajadoras. Lo que no se ve, no se previene.

A la hora de modificar la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, reivindicamos la creación de una figura similar a la del Delegado/a Territorial de Prevención de Riesgos Laborales a nivel estatal. Esta figura ayudaría, sin duda, a mejorar la gestión de la prevención de riesgos laborales en aquellas PYMES de nuestro país que no tiene representación sindical.

Por último, insistimos en que hay que dotar de más recursos humanos y materiales a la Inspección de Trabajo para que controle el cumplimiento de las normas y a la Fiscalía de Salud Laboral para que investigue y depure responsabilidades. No podemos consentir que todas estas muertes de personas trabajadoras queden impunes.