UGT achaca la buena evolución del empleo y su calidad a la reforma laboral pactada en el marco del diálogo social, pero advierte que todavía quedan materias pendientes para mejorar nuestro mercado de trabajo. En este sentido, reclama una Ley de Empleo eficaz, que dote de recursos a los Servicios Públicos de Empleo y facilite la reinserción de las personas paradas de larga duración; reformar las causas y el coste del despido; y reforzar la Inspección de Trabajo, para que vigile el cumplimiento de la normativa laboral, persiguiendo las prácticas fraudulentas de algunas empresas.
El Servicio Público de Empleo (SEPE) ha publicado hoy los datos de paro registrado correspondientes al mes de marzo, mostrando un descenso de 48.755 personas paradas con respecto al mes anterior y 246.503 personas menos que hace un año. En total, se contabilizan 2.832.260 personas paradas, el dato más bajo desde marzo de 2008. Por su parte, la afiliación a la Seguridad Social registra el mayor crecimiento en un mes de marzo de toda la serie histórica, aumentando en 260.410 personas y situándose en 20.376.552 personas afiliadas.
El empleo, por tanto, continúa creciendo, y lo que es aún más positivo, lo sigue haciendo a través del contrato indefinido, que ya se ha convertido en la modalidad de referencia dentro de nuestro mercado laboral. De hecho, en marzo se han firmado un total de 1.315.095 contratos, de los que el 46,8% son indefinidos, esto es, casi la mitad de los contratos firmados. La práctica sustitución de contratos temporales de corta duración por contratos indefinidos causa que, en conjunto, se hayan registrado 356.746 contratos menos que el mismo mes del año pasado. Un aspecto que tiene su reflejo en la gran caída que ha experimentado la tasa de temporalidad de la afiliación, que en este mes se sitúa en el 14%, menos de la mitad de la existente antes de la reforma laboral.
Ante estos datos, no hay duda de que la nueva normativa laboral ha supuesto un verdadero éxito reduciendo la temporalidad y mejorando la calidad de la contratación sin afectar al dinamismo del empleo. Ahora, no obstante, es el momento de consolidar estas tendencias y continuar aumentando los derechos de las personas trabajadoras centrando el debate sobre las cuestiones que aún quedan pendientes.
Por un lado, hay que mejorar el funcionamiento de los Servicios Públicos de Empleo, dotándolos de los recursos económicos y de personal necesarios para que puedan desempeñar su labor con eficacia. Algo que la nueva Ley de Empleo no va a solucionar, al no resolver ninguno de los problemas que afectan a las Políticas Activas de Empleo, como es la provisión de unos Servicios para el Empleo personalizados en función de las necesidades específicas de las personas desempleadas. No hay más que ver las cifras: un 41,7% de las personas desempleadas lleva más de un año en desempleo, y un 29,1% lleva más de dos años, siendo la mitad de ellos personas mayores de 55 años.
Igualmente, el sindicato demanda ampliar la cobertura del sistema de prestaciones por desempleo, pues en el mes de febrero tan sólo se beneficiaron 1.863.952 personas de una prestación, situándose la tasa de cobertura en el 68,1%, superior en 9 puntos a la de febrero de 2022 (62,5%), pero 12,5 puntos menos que la registrada en 2010 (80,6%), cuando alcanzó su máximo histórico en circunstancias ordinarias.
Por otro lado, sigue siendo necesario reformar las causas y el coste del despido para dotar de mayor estabilidad y seguridad las relaciones laborales de nuestro país, obstaculizando el recurso fácil al despido barato y recuperando todas las garantías que perdieron los contratos indefinidos con la reforma laboral de 2012.
Por último, UGT hace un llamamiento al Gobierno para que refuerce de una vez la actual plantilla de la Inspección de Trabajo, imprescindible para que se continúe vigilando con eficacia la actividad de las empresas, regularizando posibles prácticas fraudulentas y velando con ello por el adecuado cumplimiento de la nueva normativa laboral.