UGT recalca que además de aumentar los salarios es fundamental acotar la expansión de los márgenes empresariales allí donde están tensionando lo precios
Los datos del IPC de junio, publicado hoy por el INE, sitúan la inflación anual en un 1,9%, 1,3 décimas menos que en mayo. Un descenso importante que confirma la desescalada de los precios debido a la moderación paulatina de los mercados energéticos en comparación con el año pasado y situando la inflación general en el nivel más bajo desde marzo de 2021.
Por su parte, la tasa subyacente, que recoge la inflación de componente estructural, disminuye en menor proporción, 2 décimas menos respecto al mes anterior, alcanzando una variación anual del 5,9%. A pesar de este descenso, se siguen registrando cotas elevadas debido al alza persistente del precio de los alimentos, que llevan 15 meses consecutivos aumentando más de un 10% anual. Así, en este mes destaca el incremento anual de productos básicos como el azúcar (44,9%), el aceite de oliva (31%), las patatas (27,8%) o el arroz (21,9%).
Gran parte de la responsabilidad del aumento de los precios más persistente se debe al comportamiento de los márgenes empresariales, que están creciendo mucho en numerosas ramas de actividad. Según el recientemente creado Observatorio de márgenes empresariales, los beneficios agregados (resultado ordinario bruto) de las ramas de comercio de alimentos, bebidas y tabaco, que incluyen la actividad de las grandes distribuidoras alimenticias, aumentaron un 78% en apenas un año, mientras que los márgenes se incrementaron en 5,5 puntos, hasta el 15%, el máximo histórico en la serie analizada (datos desde 2009), tensionando así el precio de gran parte de la cesta de consumo básico de la clase trabajadora.
Por ello, es necesario tomar medidas sobre los mecanismos de formación de precios de aquellos sectores en los que se aprecie un comportamiento fuera de la lógica económica y de las necesidades del conjunto del país y sobre unos márgenes empresariales del total de la economía que también están en su valor más alto desde el inicio de la serie, registrando un ratio del 12,9% en el primer trimestre, 2,4 puntos más que hace apenas un año.
La subida de tipos pone en riesgo la economía de la zona euro
Además, las subidas salariales de convenio acordadas en lo que llevamos de año (3,3% de promedio) siguen situándose por debajo de la inflación media (actualmente en un 4,1%). En consecuencia, los convenios colectivos pendientes de firma deben recoger las subidas acordadas en el nuevo AENC 2023-2025, que para este ejercicio establece un aumento del 4% con cláusula de revisión de un 1% adicional. Con ello, se pretende reforzar el consumo y mantener el poder adquisitivo de las familias trabajadoras, a la vez que se impulsa el crecimiento económico en nuestro país.
Por último, cabe recordar que esto debe contraponerse a estrategias que depriman los salarios o que afecten indiscriminadamente al consumo de los hogares, como la inapropiada subida de tipos de interés que está llevando a cabo el Banco Central Europeo que, además de ser poco efectiva para el control de la inflación, corre el riesgo de inducir una situación recesiva en los países de la zona euro. La solución pasa por adoptar medidas para acotar la expansión de los márgenes empresariales allí donde están tensionando lo precios.