Es más urgente que nunca blindar el poder adquisitivo, subir los salarios y consolidar cláusulas de revisión salarial

El indicador adelantado del IPC publicado por el INE sitúa la inflación en el 2,9% interanual en septiembre, acercándose al 3% previsto en el V AENC para 2025. La inflación subyacente se mantiene en el 2,3%, lo que confirma que las tensiones inflacionistas persisten en nuestra economía.

La evolución de los precios sigue determinada por el comportamiento especulativo de grandes empresas de sectores clave como la energía y los carburantes, que han mantenido márgenes de beneficios extraordinarios a costa del bolsillo de la ciudadanía. Según los propios organismos de supervisión, la rigidez de la inflación en España responde, en gran medida, al crecimiento abusivo de los beneficios empresariales, que continúan por encima del 7% en lo que va de año.

En este contexto, UGT reclama con firmeza que los salarios recuperen poder adquisitivo. Los incrementos pactados en convenio se sitúan en el 3,5% de media, lo que supone una ligera mejora respecto a la inflación, pero insuficiente mientras no se consoliden mecanismos que blinden los sueldos frente a la persistencia de estas tensiones de precios.

Por ello, el sindicato considera imprescindible reforzar las cláusulas de revisión y garantía salarial en todos los convenios colectivos, de forma que ninguna persona trabajadora pierda poder adquisitivo si la inflación supera las previsiones. Sólo así será posible asegurar que el crecimiento económico del país se traslade realmente a las rentas del trabajo.

A esta situación se suma un problema que amenaza gravemente las condiciones de vida de la clase trabajadora: el encarecimiento desorbitado de la vivienda. Aunque los salarios han empezado a crecer, este esfuerzo se ve absorbido por el aumento de los precios de alquiler y compra de vivienda, impidiendo a miles de personas trabajadoras acceder a un hogar digno y estable.

Es necesario un plan ambicioso de ampliación del parque público de vivienda y políticas que adecuen su coste a la evolución de los salarios

UGT reclama por ello un plan ambicioso de ampliación del parque público de vivienda y políticas que adecúen su coste a la evolución de los salarios. La vivienda no puede seguir funcionando como un sumidero que neutraliza las mejoras salariales, ni como un freno a los proyectos vitales de las personas trabajadoras.

En definitiva, la combinación de una inflación que se resiste a moderarse, el comportamiento especulativo de los grandes sectores empresariales y el coste desorbitado de la vivienda hacen más urgente que nunca blindar el poder adquisitivo, subir los salarios y consolidar cláusulas de revisión salarial, de forma que la clase trabajadora no siga pagando los efectos de la avaricia empresarial.