La tasa de temporalidad cae al 22,3%, la más baja desde el primer trimestre de 2013
UGT valora muy positivamente que los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre del año hayan constatado que el contrato indefinido se esté erigiendo como el contrato de referencia del mercado laboral español y destaca que, en valores absolutos, las personas asalariadas con contrato indefinido se incrementaron en más de 616.700 en comparación con el anterior trimestre (un 4,8% más), el aumento más importante registrado en toda la serie histórica tanto en términos absolutos como relativos.
El sindicato señala que, de ellos, tres de cada cuatro fueron ordinarios o permanentes (469.100), y solo uno de cada cuatro discontinuo (147.600), reforzando el papel estable para el que esta figura fue diseñada en origen y sustituyendo así a miles de contratos temporales (en muchos casos, fraudulentos) que rotaban permanentemente. Paralelamente, los asalariados temporales se han reducido en 241.200 personas, algo inusual en los segundos trimestres, en los que aumenta el empleo eventual debido a las contrataciones para hacer frente a los picos de demanda de hostelería, turismo y comercio.
Como consecuencia, la tasa de temporalidad cae al 22,3%, la más baja desde el primer trimestre de 2013 (21,9%), con la diferencia de que entonces se alcanzó en fase recesiva y en medio de una fuerte destrucción de empleo. Con esa excepción, es la tasa más reducida desde 1988. Los datos de afiliación a la Seguridad Social muestran también este descenso ya que el porcentaje de afiliados con contrato temporal ha caído en julio a su nivel mínimo, el 20%, siendo especialmente significativa la reducción entre los menores de 30 años, hasta el 36%, cuando habitualmente se situaba en torno al 60%. Cifras muy positivas, aunque aún quede mucho camino por recorrer.
El sindicato señala también que la temporalidad ha retrocedido más en ramas caracterizadas por hacer un uso masivo de los contratos temporales como la construcción, donde la tasa de temporalidad cae 13,3 puntos respecto del promedio en los segundos trimestres del período 2008-2021 debido a la práctica desaparición del contrato de obra y servicio, el sector primario, que cae 13 puntos, o la hostelería, donde lo hace en 7,6 puntos, ambas con fuerte componente estacional.
Aumenta la calidad en el empleo
La reducción del empleo temporal en estas actividades hace patente la diferencia entre estacionalidad y temporalidad,- cuya interesada confusión ha servido para justificar durante años el uso de contratos temporales para cubrir actividades discontinuas en el tiempo pero de naturaleza estable-, y matiza la afirmación de que el modelo productivo de la economía española no puede generar empleo estable y de calidad, mostrando así la importancia que tiene la configuración de un marco institucional que establezca las figuras contractuales adecuadas e incentivos claros y favorables para la contratación indefinida.
En definitiva, la reforma laboral ha roto las dinámicas estructurales que han caracterizado a nuestro mercado laboral durante años, reduciendo la temporalidad y alzando a la contratación indefinida como modelo de referencia en las relaciones laborales aumentando así la calidad del empleo. Cabe esperar de ello una reducción de la rotación del empleo, que ya se está apreciando, y debería constatarse una recuperación de los salarios, anclados en niveles muy bajos en nuestro país por la elevada precariedad que, poco a poco, parece atenuarse.