El consultorio monográfico laboral de UGT aborda esta semana el problema de la infradeclaración de las enfermedades profesionales en nuestro país
El consultorio monográfico laboral de UGT analiza, esta semana, el caso de las enfermedades profesionales y su infradeclaración, con especial atención a elementos como el amianto o la sílice, que en el último año han generado más de 47.000 muertes en la Unión Europea.
De esta forma, ha participado el coordinador de la Secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT, José de las Morenas, que ha señalado que España “es el país con mayor tasa de siniestralidad y, sin embargo, el que menos enfermedades profesionales declara. Hay que actualizar el listado de las enfermedades profesionales, sobre todo con las actuales condiciones laborales que nos ha traído la pandemia”.
Además, en relación al amianto, ha especificado que “es el principal cancerígeno laboral. Se ha utilizado mucho en la industria y en la construcción, y hemos descubierto que es muy peligroso. En España se prohibió en 2002 pero su exposición se puede prolongar durante muchos años. Desgraciadamente, hay un periplo judicial para que se reconozca como enfermedad profesional, porque muchas personas mueren a causa del amianto, pero estamos luchando porque se reconozca y para que se compense tanto a las víctimas como a sus familiares”.
En este sentido, ha señalado que el Fondo de Compensación para las Víctimas del Amianto, aprobado esta semana por el Gobierno, “supone un paso muy positivo a la hora de reparar este daño que se ha producido durante tantos años”.
Metro de Madrid y Uralita, casos graves de cáncer por amianto
Un daño que conocen de primera mano Tomás Matías, secretario general de la sección sindical de UGT en Metro de Madrid, y Enrique Domínguez, pensionista y ex trabajador de Uralita. En el caso del primero, en 2017 se produjo la primera denuncia de un trabajador de Metro de Madrid por un caso de cáncer producido por el amianto. “Hay un plan para la erradicación del amianto”, ha reconocido Matías. “Tenemos trenes y estaciones con amianto y se han sustituido la mayoría, pero no todos. Queda una parte residual que hay que eliminar de manera definitiva, porque hay trabajadores que llevan muchos años en su empleo y aún podrían aparecer nuevas enfermedades por este material”.
De esta forma, ha afirmado que cuando se detecta algún material que puede tener amianto, “se manda al comité de seguridad y salud, se lleva a analizar y viene una empresa herrera para sustituir esa pieza. Esperamos sustituir el mayor número de piezas para que esta enfermedad no vuelva a aparecer”.
Enrique Domínguez fue, además, miembro del comité de seguridad e higiene y del comité de empresa de Uralita, cuyo centro de trabajo de vio muy afectado por esta enfermedad. “Yo mismo tengo una incapacidad absoluta por insuficiencia respiratoria, y conozco más de 100 compañeros que murieron de cáncer por el amianto”.
En su caso, el desconocimiento sobre este material hizo que la exposición fuera aún mayor. “No se nos informó nunca de que este material era cancerígeno. Se trabajaba sin protección alguna. Descargabas los sacos de amianto de los vagones y el polvo que se generaba solo se iba por unos extractores que estaban en el techo. Comíamos incluso sobre los sacos de amianto”.
UGT resuelve tus dudas
La última parte del consultorio se ha dedicado, como siempre, a solucionar las dudas que han ido llegando a lo largo de la semana al número de WhatsApp 682 403 638 y que, en esta ocasión, ha respondido Silvia Martínez, técnica de la Secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT.
Dudas como de qué manera se puede demostrar que una enfermedad es profesional, ante lo que Silvia ha señalado que se tienen que cumplir ciertos requisitos: “que la causa exclusiva de esa enfermedad sea el trabajo; que la actividad del trabajador esté recogida en el listado de enfermedades profesionales español, y también el agente causante; y que la enfermedad se asocie a la evaluación de riesgos laborales de la empresa. Si tiene estos requisitos, la mutua se lo tiene que reconocer como enfermedad profesional”.
En este sentido, ha manifestado que la enfermedad profesional tiene “previstos reconocimientos médicos y periodos de observación. Si hay incapacidad temporal, tiene prestación en el 75% de la base reguladora a partir del día siguiente de la baja. También tienen acceso a asistencia médica, entre otras cuestiones”.
Por ello, ha animado a las personas trabajadoras a denunciar los casos de enfermedades profesionales. “El cáncer de origen laboral apenas se declara en nuestro país”, ha considerado. “El año pasado solo se declararon 44 casos de enfermedades profesionales por cáncer, y en el primer trimestre de este año solo van 11. Hay un reconocimiento mínimo y casi nulo de enfermedades profesionales por cáncer de amianto. Es imprescindible que estas enfermedades se declaren como profesionales porque, sino, la prevención no se activa”.