UGT considera que las medidas aprobadas por el Gobierno para reforzar el escudo social son justas y necesarias, pero hay que ir más allá, pues estará incompleto mientras el Gobierno no corrija los agujeros del Ingreso Mínimo Vital, para que llegue a todo aquel que lo necesite, mientras no suba el Salario Mínimo Interprofesional, pues lleva casi medio año congelado, y mientras no derogue las reformas laborales, que devalúan las condiciones de trabajo y los salarios y facilitan los despidos.
Estas medidas son imprescindibles para que nadie se quede atrás, como seguir prorrogando los ERTE, que deberían tener carácter estructural frente a los ERE, o garantizar de manera permanente la moratoria de hipotecas, la prohibición de desahucios y los cortes de suministros básicos a familias vulnerables.
Asimismo, es fundamental seguir incentivando los créditos al consumo, la cláusula de salvaguarda, o la prórroga del Plan Me Cuida.
UGT considera que muchas de las políticas sociales implementadas durante la pandemia tendrían que ser la norma y tener carácter permanente, entre ellas, los ERTES, como mecanismos frente a los ERE, la moratoria de hipotecas, la prohibición de desahucios y los cortes de suministros básicos a familias vulnerables. Al mismo tiempo que haya un Plan Me Cuida eficaz, que garantice derechos remunerados a las personas trabajadores/as que tienen que hacerse cargo de un dependiente, mientras no haya una red pública eficaz de servicios.
Asimismo, considera que para que el escudo social sea eficaz es preciso que tape sus agujeros: entre ellos el del Ingreso Mínimo Vital, que no llega a una gran mayoría de personas que realmente lo necesitan. En este sentido, UGT ha propuesto que baste con una declaración responsable y que posteriormente pueda constatarse conforme a los requisitos exigidos.
También, es fundamental que suba ya el Salario Mínimo Interprofesional, para impulsar el crecimiento y avanzar en la igualdad (ya que muchos trabajadores de los servicios esenciales, fuertemente feminizados, son mujeres). Además, si este año no se sube será difícil que el Gobierno cumpla su compromiso de que el SMI alcance el 60% del salario medio tal y como ratificó España en la Carta Social Europea. Por otro lado, no hay ninguna razón para que no lo haga, pues los países de la Unión Europea que tienen establecidos salarios mínimos han aprobado su incremento. Por ejemplo, Alemania lo sube un 2,7%; Portugal, un 4,6% y Francia un 1%.
Por otra parte, es preciso derogar las reformas laborales, que desequilibran las relaciones laborales, en beneficio de los empresarios. Es preciso acabar ya con la precariedad, temporalidad y parcialidad de los contratos y con la facilidad de los despidos. UGT considera que es preciso que el contrato indefinido debe ser la norma y no la excepción y para ello considera que es preciso perseguir y sancionar el fraude en la contratación irregular (de tal forma, que a un trabajo fijo, le corresponda un contrato indefinido), que es necesario volver a causalizar los despidos, porque ahora basta cualquier razón para despedir, e incluso encarecerlos, que no resulte tan fácil despedir cuando sea de manera improcedente.
Hay que volver a recuperar la prevalencia del convenio de sector sobre el de empresa, controlar la subcontratación de las empresas multiservicios, y recuperar la ultraactividad de los convenios.
Mientras no haya equilibrio en las relaciones laborales, será difícil el acuerdo y llegar a una modernización de nuestro mercado laboral, en base a empleos dignos y salarios decentes.
Nueva prórroga de los ERTE
UGT considera que el acuerdo de ERTES, que finalizará el 31 de mayo de este año, debe prolongarse garantizando la prohibición de despedir e implementando medidas para reincorporar a los trabajadores y trabajadoras a su puesto de trabajo, una vez se relance la actividad económica asociada al proceso de vacunación que debe ir cumpliendo los plazos establecidos.
Así, el nuevo pacto debe mantener el contador a cero en la prestación por desempleo hasta 2022, la imposibilidad de despedir en los seis primeros meses de que finalice el ERTE, la ampliación de las exoneraciones y el mantenimiento de la cuantía de las prestaciones.
Plan Me Cuida
Ese Plan es positivo, pero se queda corto, como ha denunciado en numerosas ocasiones UGT, por eso es necesario reformularlo y adoptar, desde el consenso, medidas como un permiso retribuido temporal, a cargo de un fondo de compensación que garantice los derechos de conciliación para las personas trabajadoras ante circunstancias extraordinarias, como las vividas durante la pandemia.
UGT considera que es preciso ir más allá de este Plan y repensar la política de cuidados de este país, aumentando la inversión en esta materia, los servicios públicos para la atención a personas dependientes y la protección social en relación a dichos cuidados. Hay que ampliar la oferta de servicios de escuelas infantiles de 0 a 3 años y de cuidados de larga duración que deben ser accesibles y asequibles y facilitar la inversión pública.
No obstante, el sindicato quiere poner en valor el acuerdo entre el Gobierno y los interlocutores sociales sobre la Ley de Atención a la Dependencia, un elemento fundamental que permite retomar el sentido inicial de esta ley y dignificar las condiciones de empleo y protección social que realizan las personas empleadas bajo la relación laboral especial de ayuda a domicilio.