La Encuesta Trimestral de Coste Laboral del primer trimestre del año refleja un contexto económico más favorable para las personas trabajadoras, tras un 2022 en el que hubo una pérdida significativa de su poder adquisitivo. UGT pone en valor el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), y la evolución a la baja de la inflación, si bien persisten precios elevados ante los que hay que permanecer vigilantes. Ambos factores deben propiciar un aumento de los salarios reales y un crecimiento económico más justo.
El INE ha publicado hoy los resultados de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL) del primer trimestre de 2023, que recoge un aumento anual del coste laboral y salarial de un 6,2% y 6,0%, respectivamente. Estas variaciones son el mayor incremento en la serie homogénea que comienza en el año 2000, excluyendo el segundo trimestre de 2021, que recogió el rebote tras la pandemia. En estos resultados influyen dos factores: de un lado, y de manera esencial, el efecto del aumento del salario mínimo en 2023, que fue del 8%, y que influye de forma relevante sobre algunos sectores de actividad con salarios muy bajos, como el primario o algunos servicios como la hostelería; de otro, el impacto de las cláusulas de revisión pactadas en los convenios para cubrir posibles desviaciones en el IPC, dado que 2022 terminó con una tasa anual del 5,7%.
Sin embargo, cabe señalar que la ETCL excluye de su análisis dos de las actividades con los salarios más bajos, el sector primario y los empleos como personal doméstico, por lo que estos incrementos publicados estarían por encima de los que se producen en el conjunto de las personas asalariadas.
Asimismo, gracias a la normalización del mercado internacional y a las medidas adoptadas por el Gobierno, la inflación ha comenzado a moderarse (el IPC anual de mayo es del 3,2%, y el promedio en lo que va de año del 4,5%), lo que alivia la capacidad de compra de las personas trabajadoras.
Además, a esta circunstancia cabría añadir el impacto del reciente V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) que se ha firmado entre los interlocutores sociales, los sindicatos UGT y CCOO y las patronales CEOE y CEPYME. Este acuerdo emplaza a las unidades negociadoras a acordar subidas salariales del 4% en 2023 y 3% en 2024 y 2025, incluyendo una cláusula de revisión salarial que aumentaría hasta en un punto porcentual más cada año si la inflación fuera mayor que las subidas iniciales. Gracias a ello, los salarios mantendrán la capacidad adquisitiva en 2022, o incluso pueden aumentarla de seguir disminuyendo la inflación, como prevén distintas instituciones (ya existen muchos pronósticos que sitúan la media anual por debajo del 4%).
La precariedad y los bajos salarios, explican las vacantes del mercado laboral
Por lo que se refiere al número de vacantes que existen en el mercado laboral, es decir, los puestos de trabajo que no están cubiertos, en este primer trimestre, la ETCL señala que hay 149.645 vacantes, de las que un 89,2% corresponden al sector servicios. Las causas de estas vacantes se explican fundamentalmente por la elevada precariedad laboral, la falta de políticas activas de empleo efectivas y el asincronismo entre el sistema de formación y el mercado laboral, algo que ya señaló el Servicio de Estudios de UGT en su informe “¿Gran dimisión? No, precariedad excluyente”. A este análisis se suma un trabajo de la Confederación Europea de Sindicatos que apunta como causa principal a los bajos salarios. No existe, por tanto, escasez de mano de obra que impida desarrollar algunas actividades productivas, sino malas condiciones laborales que expulsan a las personas dispuestas a trabajar.
En definitiva, la ETCL muestra unos resultados que apuntan a un contexto económico más favorable para los bolsillos de las personas trabajadoras, tras un 2022 en el que la pérdida de poder de compra fue muy significativa. La correcta aplicación de un buen acuerdo como es el V AENC y la evolución favorable de la inflación deben lograr que los salarios reales crezcan y apoyen un crecimiento económico más justo.
Datos
La Encuesta Trimestral de Coste Laboral correspondiente al cuarto trimestre de 2022 muestra un aumento del coste salarial que está por encima del promedio de la tasa anual del IPC hasta la fecha, si bien estos resultados pertenecen al primer trimestre, cuando dicho promedio era del 5,1%.
Respecto a los datos más destacables, el coste laboral total es de 2.897,87 euros mensuales por trabajador, un 6,2% superior al mismo trimestre del 2021. Mientras que el coste salarial por trabajador aumentó en un 6,0% y su cifra alcanza los 2.126,63 euros por mes.
Por su parte, los costes laborales por hora trabajada se incrementaron un 4,2% anual, debido al mayor número de horas efectivas trabajadas, un 1,9% más que en el primer trimestre de 2022. El coste laboral por hora aumenta exactamente lo mismo eliminando los efectos de estacionalidad y calendario.
Por último, el número de vacantes en este primer trimestre de 2023 es de 149.645 puestos de trabajo sin cubrir, alcanzando cifras más elevadas que en años anteriores, incluso comparando con el cuarto trimestre de 2019 (100.009 vacantes). El 89,2% de estas vacantes se encuentran en el sector servicios. Para reducir el total de vacantes se deben implementar unas políticas activas de empleo más efectivas y propiciar un cambio en las condiciones laborales, que pasan por unos salarios más altos para garantizar el poder de compra de las personas trabajadoras.