El ictus es la primera causa de discapacidad en España y la segunda causa de mortalidad en la población española, siendo la primera entre mujeres.
Cada año se producen en España entre 110.000 y 120.000 nuevos casos de ictus. Unas 25.000 personas fallecen y cerca de 35.000 desarrollan una discapacidad por esta enfermedad, según la Sociedad Española de Neurología.
La edad es uno de los factores de riesgo a la hora de padecer un ictus, pero existen otros que también influyen y que pueden ser controlados, ya que, según estiman desde la Sociedad Española de Neurología, hasta el 90% de los casos de ictus se podrían llegar a evitar controlando aspectos como la hipertensión, el tabaquismo, el sedentarismo, la mala alimentación, la obesidad, el alcoholismo, el consumo de drogas, el estrés, el colesterol o la diabetes.
En el Día Mundial del ictus, UGT alerta que esta patología puede estar relacionada con las condiciones de trabajo, así la exposición a altos niveles de estrés laboral o las largas jornadas laborales pueden ser factores de riesgo. La precariedad laboral, los bajos salarios, la temporalidad en la contratación, el control excesivo, las jornadas irregulares, la inseguridad laboral son factores que pueden afectar a la salud mental. De hecho, según el Informe “Precariedad laboral y salud mental” del Ministerio de Trabajo y Economía Social, la ansiedad y la depresión son los dos principales cuadros clínicos responsables de la carga de enfermedad de los problemas de salud mental.
La OMS junto con la OIT, ya relacionaron las largas jornadas laborales con los accidentes cerebrovasculares y la cardiopatía isquémica y estimaron que durante 2016 se produjeron 745.000 muertes de trabajadores y trabajadoras expuestos a largas jornadas laborales por este motivo.
Por otro lado, un 37% de las personas trabajadoras de nuestro país declaran sufrir estrés, depresión o ansiedad causadas por el trabajo, uno de los valores más altos en comparación con el resto de países de la UE. Además, un 48% declararon estar expuestos a una gran presión de tiempo o sobrecarga de trabajo, según los resultados del Flash Eurobarometer “OSH Pulse – Occupational safety and health in post-pandemic workplaces”, realizado por la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo.
Más de 360.000 personas tienen reconocida una discapacidad por haber padecido un ictus
Igualmente, es importante destacar que los infartos, derrames cerebrales y otras patologías debidas a causas naturales son la primera causa de muerte en accidente de trabajo durante la jornada laboral. En 2023 fallecieron 269 personas trabajadoras por este motivo. Todos estos datos se recogen en el informe “Salud Mental y Trabajo 2024” en el que se ponen de manifiesto las causas y consecuencias en la salud de las personas trabajadoras de la falta de prevención de los riesgos psicosociales en las empresas.
UGT recuerda la importancia de que las empresas cumplan con la legislación en materia de seguridad y salud en el trabajo, realicen las evaluaciones de riesgos psicosociales y apliquen las medidas preventivas necesarias para evitar daños a las personas trabajadoras y advierte de que los riesgos psicosociales son los menos evaluados de todos.
A nivel nacional, el sindicato continúa reivindicando la elaboración de una normativa diferenciada para la protección de la seguridad y salud de las personas trabajadoras frente a los riesgos psicosociales de origen laboral y la actualización del listado de enfermedades profesionales para incluir las patologías relacionadas con la exposición a este tipo de riesgos.
Es esencial una Directiva comunitaria sobre la gestión de los riesgos psicosociales en las empresas
En la Unión Europea, UGT sigue reclamando la necesidad de una Directiva comunitaria sobre la gestión de los riesgos psicosociales en las empresas que sirva de paraguas para todos los Estados miembro, así como que la Recomendación europea relativa a las enfermedades profesionales incluya los trastornos mentales como enfermedades profesionales en línea con la OIT y que este listado europeo se transforme en Directiva comunitaria para que sea de obligado cumplimiento.
Por último, el sindicato destaca la resolución aprobada recientemente en el seno Comité Ejecutivo de la Confederación Europea de Sindicatos, en la que se recogen las demandas sindicales para esta futura Directiva de Riesgos Psicosociales. Entre otras cuestiones, dicha resolución debe incluir que la futura Directiva tenga en cuenta la perspectiva de género, algo fundamental, ya que son las trabajadoras las que sufren especialmente la exposición a los riesgos psicosociales de origen laboral.