LA PRIORIDAD POLÍTICA DEBE SER GARANTIZAR LA SALUD Y MANTENER LOS EMPLEOS

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IPC adelantado: la deflación se intensifica

Hay que extremar la vigilancia sobre la evolución de los precios de los llamados bienes Covid-19 (que suben un 1,6%) y alimentos frescos (que suben un 3,8%)

El Índice de Precios al Consumo (IPC) adelantado del mes de octubre, publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), refleja un aumento en el mes del 0,5%, medio punto inferior al registrado en el mismo mes del año anterior, con lo que la tasa anual desciende hasta el -0,9%, igualando el nivel mínimo de mayo.

Según señala el INE, la caída anual se debe esencialmente a un mejor comportamiento de los precios de la electricidad, que ahora han descendido mientras que hace un año aumentaron, y del precio de otros servicios, como la telefonía.

Esta variación, además, se inscribe en un contexto de escaso consumo de los hogares derivado de las restricciones impuestas para controlar la pandemia de Covid-19, lo que en términos generales ha provocado un descenso de los precios de consumo que mantiene la inflación en niveles muy reducidos, incluso en tasas anuales negativas en los últimos siete meses (es decir, en situación de deflación). Los precios, en términos generales, hace tiempo que no son un problema para nuestra economía; al contrario, son un síntoma de la escasa pujanza de la demanda, de la caída de la actividad y de la merma en las retribuciones de la mayoría de las personas trabajadoras.

Los Bienes Covid-19 aumentan un 1,6%

En este escenario, las prioridades deben ser, en este orden, garantizar la salud de las personas, mantener los negocios y el empleo y preparar, cuando se den las condiciones sanitarias adecuadas, una reactivación potente de la actividad y la contratación, que en el corto plazo debe venir necesariamente de la mano de un impulso al consumo de los hogares.

No obstante, es preciso destacar negativamente el hecho de que los denominados por el INE Bienes Covid-19, que son aquellos de la cesta de la compra que son más consumidos por las familias durante esta pandemia, muestran un aumento de precios del 1,6% que, aunque moderado, es muy superior al que refleja la tasa general; y aún mayor es el experimentado, por ejemplo, por los alimentos frescos, que crecen a un ritmo anual muy elevado del 3,8%.

En este sentido, se debe extremar la vigilancia de la evolución de estos precios de bienes y servicios más consumidos por las familias, cuya estructura se ha modificado forzadamente durante esta pandemia, asegurando que no perjudiquen a los consumidores más desfavorecidos económica y socialmente.