Aunque la recuperación progresa, aún no es suficiente pues hay que garantizar empleos de calidad y salarios dignos, que aseguren, al menos, el poder adquisitivo de las trabajadoras y trabajadores para reforzar el consumo de los hogares. UGT insta al Gobierno a que derogue ya las reformas laborales que precarizan el trabajo y a la patronal a que desbloquee la negociación para renovar el AENC, vital para negociar convenios y evitar la conflictividad laboral

Para UGT, estos datos muestran la necesidad de seguir apostando por la creación de empleo de calidad como principal pilar de la recuperación de la economía española. Empleo de calidad basado en condiciones laborales y salariales dignas que no sólo permitan cubrir las necesidades materiales básicas de la población trabajadora, sino que también les posibilite vivir sin miedo e incertidumbre, disfrutando de una vida satisfactoria, y que incentiven el desarrollo de negocios productivos y rentables en base a su potencial generador de riqueza, en lugar de basarse en el dumping laboral y social.

Para ello, es imprescindible que la evolución de los salarios se ajuste de manera fiel a la economía real. Más ahora, que el continuo incremento del nivel general de precios está provocando que las subidas salariales pactadas en 2021 se estén traduciendo en una pérdida del poder real de compra de los hogares: la inflación media se sitúa hasta noviembre en el 2,8%, mientras que la subida de los salarios de convenio ha sido del 1,49% hasta ese mismo mes, y la del SMI del 1,6% sólo para los últimos cuatro meses (un 0,6% para el conjunto del año). Ante esta situación, la recuperación del poder adquisitivo de los hogares debe alzarse, sin lugar a dudas, como un objetivo prioritario de las políticas económicas del próximo año.

Igualmente, es necesario que se derogue de una vez por todas la reforma laboral de 2012, que estableció las condiciones idóneas para hacer de la devaluación salarial la punta de lanza de la recuperación económica de la Gran Recesión iniciada en 2008. Reequilibrar la negociación colectiva es, sin duda, la mejor manera de asegurar que la salida de la actual crisis no se vuelve a producir a costa de las condiciones de vida de las personas trabajadoras. Si queremos que ésta se realice de manera efectiva y sin dejar a nadie atrás, no podemos volver a repetir los errores del pasado y estrangular el principal impulsor del crecimiento de la economía española, esto es, el consumo de los hogares, que viene muy determinado por la cantidad y la calidad del empleo y por el nivel de los salarios.

Datos de interés

El INE ha publicado hoy los datos de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL) para el tercer trimestre del año, mostrando una evolución positiva de los salarios acorde a la recuperación económica y la consiguiente mejora del empleo, típica también de la temporada de verano.

Aumenta, por tanto, el coste laboral total por trabajador y mes un 4,9%, y el coste salarial total un 5% con respecto al tercer trimestre del año anterior, cuando aún persistían los efectos más nocivos de la pandemia sobre el ámbito laboral. Por este motivo, el aumento anual es menor al registrado para el trimestre anterior (14,4% en el caso del coste salarial), debido al incremento extraordinariamente alto que se dio al comparase con el segundo trimestre de 2020, el que registró el mayor hundimiento de la serie. Por otra parte, eliminando los efectos estacionales y de calendario, la variación anual del coste laboral por trabajador se sitúa en el 4,9%, al igual que la del estrictamente salarial (4,9%).

Por último, el aumento del empleo y el descenso del número de personas en ERTE con respecto al año anterior propician un aumento de las horas efectivas de trabajo por encima del incremento de los costes laborales, lo que hace que los costes laborales y salariales por hora trabajada disminuyan un 0,3% y un 0,2% frente al tercer trimestre de 2020.