Es necesario seguir aumentando la calidad del empleo, reformar las políticas activas de empleo, subir el Salario Mínimo Interprofesional y, especialmente relevante, lograr la reducción de jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales
Los datos de paro registrado y de afiliación a la Seguridad Social del mes de diciembre, publicados hoy por el Servicio Público de Empleo (SEPE), registran una evolución positiva del mercado de trabajo en consonancia con lo que suele ocurrir en la temporada navideña.
Asimismo, en este mes, el paro registrado se ha reducido en 25.300 personas con respecto al mes anterior, de forma que el año termina con un total de 2.560.718 personas, el dato más bajo para un mes de diciembre desde 2007. A su vez, la afiliación alcanza el valor más alto para diciembre de la serie histórica tras sumar 29.937 en este mes, acumulando un total de 21.337.962 personas afiliadas a la Seguridad Social. Además, el año acaba con 146.738 personas menos en desempleo y 501.952 más en la afiliación, un signo inequívoco de que el mercado de trabajo español está inserto en una muy favorable dinámica de crecimiento tanto en cantidad como en calidad.
Este diciembre se cumplen tres años desde la aprobación de la reforma laboral de 2021 y, por lo que se puede apreciar, el avance en materia de calidad y estabilidad del empleo es notable y sostenido en el tiempo, según los datos publicados. La tasa de temporalidad de la afiliación es buena prueba de ello. De hecho, tres años después se encuentra en el 12,8% y dista en más de 15 puntos de la que había antes de la reforma laboral. Entre las personas jóvenes, este dato es aún más positivo, situándose en un 20,9% cuando antes de la reforma era de un 53%.
En materia de contratación, el SEPE continúa registrando un volumen de contratación similar al del año pasado, siendo muy importante además que una buena parte de los mismos sean indefinidos. Así, en este diciembre se han firmado 1.182.706 contratos, 66.553 más que el mismo mes del año anterior y 498.844 menos que en diciembre de 2021, antes de la reforma. Del total que se han firmado este mes, 437.024 son indefinidos, lo que supone el 37% de la contratación. Una cifra que antes de la reforma apenas alcanzaba el 10% de los contratos. Entre ellos, destaca el indefinido a tiempo completo, el más estable, que supone el 38,7% del total de indefinidos. En definitiva, tras la reforma laboral se registran menos contratos que antes, pero éstos son más estables y de mayor calidad, habiendo reducido los contratos temporales y permitiendo que la figura del contrato indefinido sea más representativa.
Pero también hay que atender otros problemas instalados en el mercado laboral, como sucede con el subempleo, que afecta a casi la mitad de las personas que trabajan a tiempo parcial, un 46,9% concretamente. Estas personas trabajan a tiempo parcial por no poder encontrar un trabajo a tiempo completo, lo que resulta generalmente en peores condiciones de trabajo, menores ingresos y, por ende, en mayor probabilidad de pobreza laboral. De hecho, la pobreza laboral, definida como tener ingresos por debajo del 60% de la mediana, está presente en el 10,9% de las personas trabajadoras.
Por ello, en opinión de UGT, en 2025 debe continuarse la senda de mejora en las condiciones de trabajo instaurada tras la reforma laboral para alcanzar un mercado de trabajo más eficiente y justo. Como se ha contrastado, aumentar la calidad del empleo tiene beneficios para las personas trabajadoras, pero también para la economía en general, por lo que es especialmente relevante lograr la reducción de jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales y una importante subida del Salario Mínimo Interprofesional, entre otras medidas. Ambas están muy relacionadas con la pobreza laboral, puesto que incrementan el salario de quienes menos ganan y generan un reparto del tiempo de trabajo que aumentará el empleo a tiempo completo. Otro aspecto que hay que reformar en este año son las políticas activas de empleo, puesto que las personas desempleadas, especialmente aquellas que lo son de larga duración, requieren de una orientación profesional personalizada y del mejor conjunto de servicios posible en cada situación, para que así mejore su empleabilidad y puedan encontrar trabajo. Para poder ofrecer este servicio, no solo deben reformarse las políticas activas de empleo, sino que se debe dotar de los recursos necesarios para ello al Servicio Público de Empleo.
En definitiva, la economía española debe continuar su transformación para ser más fuerte, eficiente y sostenible, aprovechando los cambios que deben llegar, sobre todo en el mercado laboral, para desarrollarse con una visión socialmente justa.