El Índice de Precio del Trabajo de 2020, publicado hoy por el INE, refleja una pérdida acumulada de los sueldos de 8,1 puntos porcentuales desde 2009
Los datos del Índice de Precios del Trabajo (IPT) de 2020, publicados hoy por el INE, muestran la grave caída que han sufrido los salarios durante el primer año de pandemia. De esta forma, la variación de los salarios medios nominales se situó en el -0,6% en 2020, en contraste con el incremento del 0,5% que se dio en 2019. Este descenso es aún mayor al registrado por la tasa media de inflación en 2020 (-0,3%), debido a la caída de la actividad y de la demanda, por lo que los salarios acabaron perdiendo 0,3 puntos de poder de compra ese año, acumulando una pérdida de poder adquisitivo desde 2009 es de 8,1 puntos porcentuales.
Observando los datos desagregados, los salarios de las mujeres se redujeron un 0,6%, una décima más que la de los hombres, que cayeron un 0,5%. Según el tipo de contrato, el IPT cayó un 0,8% para los indefinidos, ampliándose la brecha respecto a los contratos temporales, que registran un aumento del 0,6%. Por franjas de edad, caen para todos los grupos, siendo la mayor caída la del grupo de entre 25 y 34 años (-1,2%).
UGT recuerda que estos datos hacen referencia a 2020, cuando la paralización de la actividad económica por las medidas de restricción sanitarias llevó a registrar valores negativos en el nivel general de precios. En la actualidad, con una tasa de inflación interanual superior al 10%, la única solución para mantener la dinámica de crecimiento que parecía haber recuperado la economía española tras la pandemia pasa por sostener el consumo de los hogares, incrementando los salarios de la población trabajadora para que ésta no siga perdiendo poder adquisitivo en el tiempo.
Los salarios no sólo son el principal sostén de la demanda de los hogares, sino que también se erigen como un elemento redistributivo de primer orden, evitando la apertura de nuevas brechas de desigualdad y pobreza. En este sentido, si bien las últimas medidas introducidas en el paquete de respuesta a la guerra en Ucrania tienen como objetivo proteger las rentas de las familias, en especial las más vulnerables, para UGT no serán suficientes si se desea mejorar sustancialmente su calidad de vida.
En este sentido, el sindicato reclama falta políticas más contundentes que contengan el incremento de precios en aquellas actividades que más están alimentando la espiral inflacionista, como las energéticas, y que pongan freno a la expansión de esos aumentos al conjunto de la cesta de la compra, como ya se está produciendo. Es el momento de establecer precios máximos y ayudas directas más eficaces para determinados consumos. A la vez, hay que alcanzar un acuerdo social para aumentar los salarios de los trabajadores y trabajadoras sin mermar su poder de compra.
Con una inflación por encima del 10%, los salarios no pueden seguir registrando incrementos tan solo del 2,4%, porque supondría el hundimiento de su capacidad adquisitiva y del conjunto de la economía. Ni el Gobierno ni la patronal pueden permanecer impasibles ante esta realidad de la negociación colectiva. Es necesario que se sienten a dialogar urgentemente para establecer mecanismos temporales efectivos que protejan las rentas salariales, y para establecer gravámenes extraordinarios sobre los márgenes de las empresas más grandes que, a pesar de la situación, continúan cosechando cuantiosos beneficios económicos.