- Ante las declaraciones de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, sobre la intención de impulsar un grupo de expertas y expertos para estudiar el impacto de la precariedad en la salud mental, UGT recuerda que la precariedad mata y que la primera causa de muerte en el trabajo son los derrames cerebrales y los infartos, patologías que se derivan de los riesgos psicosociales.
- El sindicato considera que hay que pasar del análisis a la acción e insta al Gobierno a abrir la mesa de diálogo social en materia de siniestralidad laboral y articular, de forma inmediata, un Plan de choque en este ámbito que incluya medidas para reducir la incidencia de los riesgos psicosociales entre la población trabajadora.
- Pide que se refuerce la Inspección de Trabajo y que los Inspectores actúen conforme al Criterio Técnico 104/2021 sobre riesgos psicosociales, recientemente aprobado, sin esperar a la denuncia previa de los trabajadores, que en muchos casos tienen miedo sobre las consecuencias que les pueden reportar presentar denuncias sobre las condiciones laborales que sufren.
UGT viene denunciando que los riesgos psicosociales de origen laboral se han convertido en uno de los principales problemas para la seguridad y salud de los trabajadores y trabajadoras de nuestro país, debido a la creciente precariedad del mercado laboral.
La inseguridad laboral sigue estando presente de mano de la temporalidad en la contratación, ya que, según los datos del paro de julio, menos de 6 de cada 100 contratos que se registraron fueron indefinidos a tiempo completo y los contratos de obra y servicio y eventuales por circunstancias de producción abarcaron el 83% del total de la contratación.
El aumento de la carga de trabajo, el alargamiento de las jornadas laborales, la falta de desconexión, los cambios organizativos mal gestionados, la falta de medidas de conciliación, la supervisión excesiva, entre otros, son los factores que causan problemas de salud mental entre los trabajadores y trabajadoras.
Los datos son demoledores, 745.000 trabajadores y trabajadoras murieron en el mundo durante 2016 por accidente cerebrovascular y cardiopatía isquémica provocados por las largas jornadas laborales, según un estudio de la OMS y la OIT. Esta cifra ha aumentado en un 29% a la estimada para el año 2000.
247 personas muertas en 2020 y 86 hasta mayo de este año en accidente laboral a causa de derrames cerebrales e infartos
Por otro lado, en nuestro país la primera causa de muerte por accidente laboral son los infartos y derrames cerebrales, que en 2020 costaron la vida a 247 trabajadores y trabajadoras, registrándose 26 muertes más que en 2019 (+11,8%). Hasta mayo de 2021, ya han fallecido 86 personas por este motivo en accidente de trabajo, son 4 más que los que fallecieron durante los 5 primeros meses de 2020.
La falta de gestión de los riesgos psicosociales en los centros de trabajo es más que evidente, únicamente un 43,8% de las empresas disponen de procedimientos para prevenir el estrés laboral y solo un 26,2% intervinieron en caso de exceso de horas de trabajo, según la Encuesta ESENER 2019- Datos de España.
Las empresas tienen la obligación de evaluar los riesgos psicosociales
Es indispensable que se cumpla la Ley de Prevención de Riesgos Laborales que obliga a las empresas a realizar la evaluación de riesgos psicosociales.
Las organizaciones deben implantar medidas preventivas para reducir o eliminar los riesgos para la salud mental, así como formar e informar a los trabajadores sobre este tipo de riesgos y como prevenirlos. Los delegados de prevención deben ser consultados y participar del proceso de gestión de los riesgos psicosociales, ya que está demostrado que en los centros en los que se gestiona la prevención de forma participada, son más seguros.
Por otro lado, para garantizar el cumplimiento de la normativa en materia preventiva debe reforzarse la Inspección de Trabajo, dotándola de más medios, tanto humanos como materiales, con el objetivo de que realice más inspecciones de oficio y que los Inspectores actúen conforme al Criterio Técnico 104/2021 sobre riesgos psicosociales, recientemente aprobado, sin esperar a la denuncia previa de los trabajadores, que en muchos casos tienen miedo a interponer estas denuncias por las consecuencias que les pudiera acarrear en su situación laboral, como por ejemplo despidos o empeoramiento de condiciones laborales.
La mesa de diálogo social sobre siniestralidad debe abrirse ya
Es urgente actuar, las evidencias son claras, la salud mental de los trabajadores está debilitada y no podemos permitir más muertes laborales por este motivo. Por ello, UGT insta al Gobierno a abrir una mesa de diálogo social en materia de siniestralidad laboral para acordar medidas urgentes que pongan fin a esta situación.
El sindicato insiste en la necesidad de articular un Plan de choque contra la siniestralidad laboral a nivel nacional de forma inmediata. Entre las líneas de este Plan de Choque no puede faltar la reducción de la incidencia de los riesgos psicosociales entre la población trabajadora.