El sindicato reafirma su compromiso para luchar contra la violencia machista en todos los ámbitos y a todos los niveles

UGT manifiesta su más rotunda condena y repulsa contra las violencias machistas, cuyas cifras, aun no reflejando toda la realidad, siguen siendo escandalosamente alarmantes y muy preocupantes ante el aumento de las mismas. 1.283 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas desde el 1 de enero de 2013 hasta el 23 de octubre de 2024. En 2023 fueron asesinadas 58 mujeres por este tipo de violencia, 9 más que en 2022 y 2021.

En 2023, 530 mujeres cada día fueron víctimas de violencia de género de sus parejas o exparejas, aumentando un 12,1% respecto del año anterior. Además de la violencia de género, el 61,1% de las víctimas de violencia doméstica fueron mujeres, un 12% más que en el año anterior.

Los delitos contra la libertad sexual investigados también se incrementaron en 2023 y nueve de cada diez víctimas fueron mujeres. Desde 2017 se registra un incremento anual continuo de estos delitos, con excepción del 2020, año de la pandemia.

El 86% del total de las víctimas de estos delitos son mujeres y niñas y dentro del grupo de menores de edad, el total de las víctimas de sexo femenino cuadriplica a las del masculino.

En 2023, el 98% de las víctimas de trata y explotación sexual fueron mujeres y niñas, el 90% de las víctimas de violación fueron mujeres y el 87% de las víctimas de abusos sexuales y otras agresiones sexuales fueron también del sexo femenino.

Así mismo, el 91% de las víctimas de acoso sexual en 2023 fueron mujeres y una de cada cinco mujeres acosadas sexualmente, lo fue en el trabajo.

La Macro-encuesta de Violencia contra la Mujer de 2019 (Ministerio de Igualdad, 2020) indicaba que el 12% de mujeres de 16 años o más que tienen o han tenido pareja habrían sufrido violencia económica y que una de cada dos mujeres han sufrido algún tipo de violencia machista a lo largo de su vida.

En España, en menos de una década, se han multiplicado por cinco los delitos de contacto con menores de 16 años con fines sexuales a través de las nuevas tecnologías, instrumento que utilizan así mismo para acometer múltiples formas de violencia contra las mujeres, incluidos los discursos y delitos de odio contra las mismas.

Resulta muy preocupante el ascenso de todas las formas de violencia machista y en especial de aquellas nuevas formas que afloran cada vez con mayor rapidez y virulencia, llevadas a cabo a través de las Tecnologías de la Información y Comunicación.

Las múltiples manifestaciones de esta lacra social que conforman la violencia machista reflejan la brutalidad del patriarcado, que discrimina y somete a las mujeres por el hecho de ser mujeres, considerándolas inferiores a los hombres, llegando hasta el asesinato de las mismas, como muestra más extrema del ejercicio y mantenimiento de su poder, dejando un reguero intolerable de sufrimiento incalculable, de daño irreparable y de barbarie y retroceso, propio del retorno a las cavernas en pleno siglo XXI, en una sociedad democrática y de derecho en la que estos actos no pueden tener cabida y frente a los que tenemos que luchar sin descanso hasta su erradicación.

Los asesinos de mujeres, los maltratadores, los agresores sexuales y violadores, los explotadores de mujeres y todos aquellos que cometen actos de violencia machista deben ser castigados y expulsados de nuestra sociedad y que solo ellos sean los que regresen a las cavernas.

Educar en igualdad, eliminar la discriminación de las mujeres por razón de sexo en todos los ámbitos y niveles, convertir la igualdad de oportunidades en una realidad, castigar con contundencia a estos despreciables delincuentes y proteger de forma efectiva y eficaz a las víctimas es un objetivo prioritario para nuestro sindicato y debe serlo para el conjunto de la ciudadanía.

En el ámbito laboral

El acoso sexual y el acoso sexista o por razón de sexo son las principales manifestaciones de violencia machista que se producen en el ámbito laboral; una deplorable, ilegal e intolerable conducta ampliamente extendida y muy invisibilizada.

Pese a que contamos con instrumentos específicos para combatir este tipo de violencia, como son los Protocolos de acoso sexual y acoso sexista y los Planes de Igualdad en las empresas, la escasa sensibilización social, el miedo a las represalias laborales y la dificultad de la prueba, hacen que un gran número de casos de acoso sexual o de acoso sexista no llegue a denunciarse. A la ausencia de denuncias, se une la falta de datos oficiales sobre esta materia, lo que dificulta aún más la lucha para su erradicación.

Avances importantes

La adopción de los Convenios 189 y 190 de la OIT por parte de España han sido un gran paso para los derechos de las trabajadoras del hogar y contra la violencia y el acoso de género. Esto ha sido posible gracias al trabajo sindical y el diálogo social.

Otros avances como los dados con la Ley Orgánica de Garantía Integral con la Violencia Sexual y la Estrategia Estatal para combatir las violencias machistas 2022-2025 (que permite planificar y ordenar actuaciones en el ámbito de las políticas públicas contra la violencia machista, en la que han colaborado los sindicatos con el Gobierno), así como las negociaciones para la aprobación de un nuevo Pacto de Estado contra la violencia machista, también han sido posibles.

Esperamos que también pueda suponer un avance en la lucha para la eliminación de la violencia machista la aprobación de la nueva Directiva comunitaria de 2024 para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica. Y la negociación colectiva, los Protocolos de acoso sexual y acoso sexista en el trabajo y los Planes de Igualdad son nuestro principal instrumento para combatir la violencia machista en el trabajo, incluido el ciberacoso y la violencia digital.

No obstante, y pese a los avances que se van realizando, la realidad sobre la violencia machista nos muestra que dichos avances no son suficientes y que necesitamos adoptar nuevas medidas más eficaces y contundentes contra la misma.

UGT reivindica:

  • Que se implementen las medidas necesarias para hacer efectiva la aplicación de los Convenios 189 y 190 de la OIT.
  • Que el Gobierno desarrolle los instrumentos adecuados para la correcta aplicación del Convenio de Estambul (Convenio sobre la prevención y lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica), así como para la transposición de la Directiva de 2024 para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica.
  • En el ámbito laboral, es indispensable mejorar las políticas activas de empleo para las mujeres víctimas de violencia de género, que no acaban de lograr el objetivo que sería deseable en relación con la inserción laboral de las mismas, y que resulta de gran trascendencia en la ayuda para salir de las situaciones de este tipo de violencia.
  • Avanzar en los derechos laborales y de protección social de las víctimas de las violencias machistas es también otro de nuestros objetivos en el ámbito laboral, así como también lo es lograr que podamos contar con datos estadísticos oficiales sobre violencia machista en el mundo laboral (acoso sexual y acoso por razón de sexo).
  • También en otros ámbitos es imprescindible seguir avanzando, como por ejemplo en la inclusión de la violencia económica de género en nuestra normativa legal, incluida su tipificación en nuestro Código Penal, o el ciberacecho, entre otras conductas, siguiendo las directrices del Convenio de Estambul y de la Directiva de 2024 para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica.
  • La adopción de un nuevo Pacto de Estado, en el que participamos activamente con nuestras propuestas, es fundamental para luchar contra la violencia machista, así como para avanzar en garantizar la seguridad y la protección de las mujeres víctimas de esta violencia, y que en la actualidad presenta importantes déficits. Mejorar y asegurar los recursos necesarios para poder combatir dicha violencia, así como actuar frente a la misma en todo el territorio español, debe ser también un objetivo prioritario.

UGT es un sindicato feminista que lucha y va a seguir luchando con todas sus fuerzas para acabar con esta lacra, que está al lado de las mujeres y de todas las trabajadoras de este país. Tenemos que seguir combatiendo la violencia machista desde el conjunto de la sociedad, desde las instituciones y en el ámbito laboral de forma específica, desde los centros de trabajo, en todos los lugares donde estemos presentes para denunciar estas situaciones, para acompañar a las víctimas y denunciar a los acosadores y asesinos. Toda la sociedad debe movilizarse y, especialmente, los sindicalistas de UGT. Hoy esta lucha es, sin lugar a dudas, una prioridad de nuestro sindicato.

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