La Federación muestra su preocupación por la lentitud del PERTE y la ausencia de medidas globales para un sector estratégico que se asoma a las puertas de una crisis profunda de consecuencias imprevisibles
La Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT muestra su preocupación ante la extrema gravedad que vive la industria automovilística en nuestro país, que está afrontando una transformación del sector y una crisis superlativa en la que confluyen la escasez de semiconductores, el encarecimiento de la energía y las materias primas, los efectos de la pandemia, y ahora también las consecuencias económicas derivadas de la invasión de Ucrania.
UGT FICA considera inexcusable la parálisis de la mesa de automoción ante la situación que esta viviendo el sector automovilístico, una situación que se remonta a antes de la irrupción de estas oleadas de crisis, cuando desde la Federación reclamábamos medidas para anticiparnos al cambio estructural que se anunciaba como resultado de la transición al vehículo eléctrico y de hidrógeno. No entendemos qué más puede ocurrir para que desde el Ministerio de Industria no se convoque de una vez por todas la Mesa de Automoción y se adopten las medidas globales necesarias para cercenar la sangría de pérdida de empleo actual, cifrada en torno a los 200.000 empleos en el conjunto de la industria automovilística de nuestro país.
La Federación entiende como un error mayúsculo que el Ministerio haya cifrado sus expectativas de solución a los males del conjunto del sector, como parece, en la puesta en marcha del PERTE de Automoción, un instrumento necesario y positivo, a nuestro juicio, pero no una solución global, ya que esta debe ir acompañada de una política integral de estado para el sector automovilístico que facilite una transición ordenada en la que ningún trabajador y trabajadora se quede atrás.
Además, el retraso en la definición y activación del PERTE para que puedan acceder los proyectos industriales, puede provocar un efecto contrario al buscado por el plan, y desvirtuar el efecto balsámico de un instrumento de apoyo al sector en el que se están perdiendo miles de puestos de trabajo, cerrando centros y criminalizando y asfixiando con impuestos al sector.
Ahora se hace más necesario que nunca apostar por una política más ambiciosa en la que se plasmen las necesidades de la industria automovilística más allá de la situación crítica que vivimos en la actualidad, y contribuyamos entre todos los agentes del sector a levantar los cimientos del conjunto de la industria del automóvil que queremos como país, facilitando la transición al vehículo verde potenciando las infraestructuras adecuadas de recarga, ofreciendo precios asequibles de los vehículos al usuario para impulsar este segmento, apoyando a los concesionarios y a los talleres de reparación ante el cambio de ciclo, promoviendo el reciclaje y la recualificación de las personas trabajadoras, alentando el cambio generacional sin pérdida de empleo, avanzando hacia la semana de 32 horas, acordando, en definitiva, un plan industrial sectorial con los agentes sociales que avance en el objetivo de impulsar al sector del automóvil en un contexto cada vez más competitivo y exigente.
La Federación recuerda que la Mesa de Automoción creada hace dos años debe ser el foro en el que se discutan, negocien y acuerden las medidas globales que requiere el sector, incardinadas con el conjunto de medidas necesarias para impulsar la industria española. UGT FICA advierte que no va a permanecer impasible ante una situación que amenaza el futuro de una industria estratégica y puntera para el país y genera más de 2.000.000 de puestos de trabajo.