La Federación vuelve a exigir la activación de la Mesa de Automoción y critica el escaso alcance social de las medidas adoptadas para salvaguardar el empleo

A la satisfacción por la presentación en los últimos días de los 13 proyectos tractores del PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC), que involucran a 327 empresas a través de 487 planes primarios y podrían generar más de 140.000 empleos, aunque no sabemos de qué tipo, se ha unido la decepción por no haber evaluado suficientemente el impacto que, la decisión de prohibir la matriculación de vehículos de combustión a partir de 2035, adoptada por el Parlamento Europeo, va a tener sobre el empleo.

Aunque esta prohibición aún no se ha convertido en ley, ya que tendrá que negociarse con los países miembros, es de esperar que el adelanto en cinco años del final de los vehículos de combustión, sea realidad en los próximos meses, lo que significa que debemos estar preparados para afrontar el reto que supone la transformación de la industria automovilística.

Y estar preparados pasa, a juicio de UGT FICA, por comenzar a implementar cursos de formación en nuevas tecnologías y en los requerimientos formativos necesarios para facilitar la adaptación de los trabajadores y trabajadoras a las necesidades del sector, de forma que la transformación sea ordenada y justa, y el impacto sobre el empleo, lo menos traumático posible.

Luchar contra el cambio climático es una lucha de todos y todas, no solo de los países europeos, que vamos a ver mermada nuestra competitividad industrial en favor de nuestros competidores si no adoptamos desde ahora medidas dirigidas a acompasar el proceso de transformación del vehículo de combustión al vehículo verde a todos los niveles, tanto tecnológicos como formativos, industriales, logísticos y laborales. Tampoco ayuda que, en nuestro país, algunas comunidades autónomas y/o ayuntamientos se hayan arropado en la bandera del ecologismo recaudador para imponer tasas que penalizan la movilidad del usuario.

Desde UGT FICA venimos reclamando la participación de los agentes sociales en el proceso de selección de los proyectos presentados al PERTE VEC para asegurar que estos incluyeran la “condicionalidad social”, y que, junto a las inversiones millonarias, se pusiera el acento en evaluar el impacto de los proyectos presentados tanto sobre el empleo como sobre los derechos y condiciones laborales de las personas trabajadoras. Lamentablemente, nuestra participación se ha quedado en un titular.

Paralelamente, venimos advirtiendo de la necesidad de que en este proceso transformador se tengan en cuenta no solo a las marcas constructoras de vehículos, sino también a la industria de componentes, a los concesionarios, a los distribuidores y a los talleres de reparación, sin olvidar a los fabricantes de motocicletas, bicicletas y monopatines. En definitiva, a los más de 2.000.000 de empleos que engloba la industria del automóvil en nuestro país, no tenerlo en cuenta sería un error estratégico con impacto en menos centros de trabajo y menos empleo.

Desde UGT FICA siempre hemos defendido una transformación ordenada y justa que no deje a nadie atrás. A este respecto, en el año 2018 presentamos 17 propuestas encaminadas a anticiparnos a la vorágine que está viviendo el sector, y posteriormente, incluimos 6 propuestas más debido, sobre todo a las consecuencias de la pandemia, dejando en un total de 23 las medidas que consideramos vitales para afrontar con garantías el proceso de transición y salvaguardar la industria automovilística en nuestro país en los niveles actuales de industria y empleo.

De esta forma, hemos planteado propuestas como la regulación del coste energético; la puesta en marcha del contador a 0 en los ERTEs; potenciar la formación con la puesta en marcha de un plan estatal; reclamamos el contrato relevo como herramienta esencial para mantener el empleo y facilitar el relevo generacional; planteamos las 32 horas semanales como formula de reducción del impacto en el empleo; reclamamos un plan de puntos de recarga que facilitara la movilidad y la expansión del vehículo eléctrico; propusimos incentivar la compra de vehículos nuevos como fórmula de potenciar la transición y facilitar la movilidad de las y los usuarios; plantemos retomar la indemnización antigua de despido; planteamos establecer ayudas directas a las empresas que invirtieran en el vehículo eléctrico o en la nueva movilidad para potenciar la industria, y así hasta un total de 23 medidas, que debían quedar bajo el paraguas de un Pacto de Estado por la Industria automovilística, negociado y acordado en la mesa de automoción.

Como promotores sindicales de la constitución de la Mesa de Automoción, exigimos al Ministerio de Industria la convocatoria urgente de la misma con el objetivo de acordar en este foro las medidas necesarias para el sector, dejando al margen los titulares de prensa, que nada benefician a los trabajadores y trabajadoras. Desde UGT FICA reiteramos que el PERTE VEC es una buena medida adoptada en la dirección correcta, pero no es la solución que demanda el sector.

Finalmente, desde UGT FICA advertimos que la transformación del sector no puede hacerse a costa del empleo ni tiene que suponer un mayor coste para el conjunto de la sociedad, ampliando, aún más, la brecha social en materia de movilidad.