Es necesario activar mecanismos que limiten los beneficios desorbitados de algunos sectores y seguir impulsando el crecimiento de los salarios

Los datos del IPC de agosto, publicado hoy por el INE, sitúan la inflación anual en un 2,6%, 3 décimas más que en julio. Con ello, la tasa general crece por segundo mes consecutivo, en gran parte por el encarecimiento de la gasolina y el diésel desde finales de junio, cuyos precios medios finales ya registran los valores más altos desde finales de julio de 2022 y mediados de febrero de este año, respectivamente.

Por su parte, la tasa subyacente, que recoge la inflación de componente más estructural, se reduce una décima respecto al mes anterior, alcanzando una variación anual del 6,1%. Una escasa moderación que no impide que se siga manteniendo un crecimiento muy elevado, reflejando con ello las persistentes tensiones inflacionistas en muchos productos básicos como los alimentos, que encadenan 17 meses consecutivos encareciéndose más de un 10% anual. En este sentido, durante el mes de agosto destaca el incremento anual de los siguientes productos: el aceite de oliva (52,5%), el azúcar (42,5%), el arroz (21,6%) y las patatas (18%).

La actitud de gran parte del tejido empresarial de nuestro país, que continúa fijando unos precios elevados a pesar de la moderación de los costes salariales y de producción, favorece la tensión inflacionista, de hecho, según datos del Observatorio de Márgenes en el primer semestre del año, los beneficios agregados (resultado bruto de explotación) y los márgenes empresariales alcanzan el valor máximo desde el inicio de la serie (2009). Una estrategia especialmente grave en la industria de la alimentación, donde ambos indicadores se han disparado un 55% y 42%, respectivamente, en apenas un año.

Los márgenes empresariales alcanzan el valor máximo desde el inicio de la serie (2009)

Por todo ello, Unión General de Trabajadores y Trabajadoras considera necesario activar urgentemente mecanismos que limiten los beneficios desorbitados cosechados en algunos sectores, garantizando también precios asequibles y justos para la mayoría social.
El sindicato reclama además seguir impulsando el crecimiento salarial y recalca que la firma del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) ya está reflejando resultados positivos, pues el aumento salarial pactado de los convenios firmados este año, que afectan a un total de 1,76 millones de trabajadores y trabajadoras, se sitúa en el 4,3%, por encima de la tasa media de inflación (3,6%). Así, son muchas personas trabajadoras quiénes ya están recuperando poder adquisitivo, aunque debemos seguir luchando para extender estas subidas a la totalidad de las mismas.

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